En avanzado estado de descomposición, fue hallado esta mañana el cuerpo de un joven en las aguas del río Mantaro, cerca del centro poblado de Casacancha, distrito de Huamali, Jauja. Los familiares de Aldo Samuel Sovero Ventura (21), reconocieron el cuerpo del minero, que había desaparecido a inicios de este año tras haber tenido una gresca en una discoteca de la ciudad de La Oroya.
Con las manos atadas con una soguilla negra y con signos de haber sido agredido fue recuperado el cadáver de Aldo de un islote del río. Los tatuajes que tenía en los brazos con las iniciales de S.K., una figura en forma de cruz y varias escrituras chinas, ayudaron a la identificación del joven minero.
El joven había desaparecido el pasado 31 de diciembre y fue visto por última vez junto a sus primos al interior de una discoteca del distrito de Santa Rosa de Sacco, donde se produjo una gresca. Luego, cuando se dirigía a su vivienda, el joven fue interceptado por tres sujetos que lo subieron a un vehículo.
Como parte de las investigaciones, la policía detuvo el 26 de enero pasado a cinco presuntos implicados en el secuestro y asesinato de Samuel Sovero Ventura. Se trata de Luis Ángel Martel Espinoza, Roberto Carlos Espinoza Martel, Kevin Jesús Delgadillo Caso, Ronaldo Adrián Delgadillo Caso y Luz María Espejo de la Cruz. Todos ellos se encuentran con prisión preventiva de nueve meses.
Entre lágrimas, Maribel Ventura, madre del joven, pidió cadena perpetua para los asesinos de su hijo, pues era el sustento económico de su familia. Aldo Sovero trabajaba en la mina San Cristóbal.
Por disposición de la fiscal provincial de Jauja, Ninoska Minaya, el cuerpo fue trasladado a la morgue de Hualhuas para continuar con las investigaciones.
