Mediante el informe 015-2023, la Contraloría General de la República alertó que el Cementerio General de Huancayo está operando sin las autorizaciones administrativas debidas, lo que podría conllevar a su clausura definitiva o temporal. El informe advierte deficiencias en la construcción en varios pabellones lo que pone en riesgo los recursos económicos de la Sociedad de Beneficencia de Huancayo, a cargo de dicho camposanto.
En documento fechado del pasado 13 de junio al 12 de julio de 2023, se destaca que el mencionado cementerio carece del certificado de habilitación otorgado por el Ministerio de Salud, la licencia de construcción otorgada por la Municipalidad Provincial de Huancayo, y la autorización sanitaria otorgada por la Dirección General de Salud Ambiental (Digesa). Estos permisos administrativos son esenciales para el correcto funcionamiento del cementerio, y además la falta de ellos representa un riesgo para la salud del personal que labora en el lugar y para la población usuaria.
En una inspección al cementerio realizada el 15 de junio último, la comisión de control también detectó deficiencias en la construcción de algunos pabellones, a pesar que la obra fue entregada en agosto de 2022.Esto podría implicar una posible falla estructural con el riesgo de afectar la seguridad de las personas y conllevar a un posible perjuicio económico.
Además, se observaron deficiencias en los pabellones San Jorge, donde se encontraron fisuras en el revestimiento, y en el pabellón Santa Rosa, donde se encuentran los columbarios (depósito de urnas con las cenizas) presentan fisuras de mayor magnitud.
En el pabellón Virgen de la Caridad, se ha observado grietas en los nichos, y en los pabellones de la etapa Bicentenario del Perú, se han encontrado grietas en las fachadas revestidas con granito pulido. Esta situación podría generar inseguridad en las personas interesadas en adquirir un nicho en el camposanto.
Otro hecho advertido es que los tres tanques estacionarios superficiales de Gas Licuado de Petróleo (GLP), con una capacidad de 1000 galones cada uno y que son utilizados para el crematorio “Ave Fénix,” no cumplen con la distancia mínima de 5 metros en relación a las edificaciones importantes, lo que contraviene la normativa vigente. Esta situación presenta un riesgo para la salud e integridad de las personas usuarias y trabajadores del cementerio que circulan cerca a dichos tanques.
