En el primer día de estado emergencia nacional, que coincidió con el primer día del paro de 72 horas convocado en Junín, cientos de manifestantes resguardados por fuerzas policiales y militares recorrieron la Calle Real exigiendo el adelanto de elecciones generales en una multitudinaria marcha que logró realizarse de forma pacífica.
Tal y como fue anunciado por los dirigentes del Comité de Lucha, las principales vías y puentes del Valle del Mantaro no fueron bloqueados con piquetes, pero sí por las decenas de ciudadanos que a partir de las 10:00 a.m iniciaron su recorrido hacia el centro de la provincia de Huancayo desde Chupaca y distintos distritos del valle.
Además de los ciudadanos sin afiliaciones y los integrantes de pequeños colectivos, la protesta en rechazo al gobierno de Dina Boluarte y al Congreso, tuvo mayor cantidad de adeptos de la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP), la Federación Nacional de Trabajadores en la Educación (Fenate), y de las distintas bases del Sindicato Unitario de Trabajadores en la Educación del Perú (Sutep).
Algunos de los efectos del paro fueron la disminución de unidades de transportes urbano, el cierre de comercios, y el recubrimiento con triplay de los vidrios de algunas entidades públicas y privadas que también optaron por suspender sus servicios como la Ugel Huancayo, la Municipalidad Provincial, la Dirección regional de Transportes, la Sunat y la mayoría de instituciones bancarias.
Debido a los bloqueos que sí se dieron en las rutas hacia la Selva Central, Huancavelica y Lima, la venta de pasajes en los terminales fue suspendida.
Detractores de las marchas
Aunque la protesta se realizó sin enfrentamientos físicos, hubo dos situaciones que amenazaron con perturbar la “paz”, la primera fue cuando los manifestantes intentaron cambiar la ruta anticipada para dirigirse el sector de los mercado Modelo y Mayorista de Huancayo, y la segunda cuando se enfrentaron a un reducido grupo de detractores en la plaza Constitución.
Los no más de diez ciudadanos que aseguraban no pertenecer a una agrupación política, portaban carteles anticomunistas y sugerían que los ciudadanos inconformes con el Gobierno eran terroristas. Acto que como era de esperarse propició enfrentamientos que gracias a la intervención de la policía, solo fueron verbales. A excepción de una botella plástica vacía que fue lanzada desde el grupo que rechaza a la actual presidenta y al Congreso.
“Peruanos , FF.AA y policías unidos contra los comunistas narcoterrucos”, fue una de las frases plasmada en un cartel que enardeció a lo protestantes que, entre sus arengas y carteles pedían precisamente no ser señalados como terroristas.
Como única justificación de sus carteles, un varón que se identificó como Jean Pier Poma señaló que “las plazas son de todos” y que ellos solo querían evitar el caos generado por las marchas. Parar el caos con más caos.
Un pedido de paz
Al finalizar el recorrido de la marcha, desde el parque Huamanmarca hasta la plaza Constitución, los manifestantes fueron encabezados por policías femeninas de la Unidad de Tránsito y la Comisaria de Familia que portaban guantes blancos en señal de paz y pedían a la ciudadanía no llevar niños a las manifestaciones para proteger su integridad.
Puedes ver aquí la transmisión completa de la marcha: