El exjefe de la comunidad nativa de Alto Yurinaki, Javier Jaime Abel Cruz, de 42 años, enfrenta consecuencias severas tras confesar haber fingido su propio secuestro. El engaño, motivado por problemas familiares y la enfermedad de su esposa, desencadenó en un proceso de justicia comunal que culminó con su expulsión definitiva de la comunidad.
Durante la reunión de las autoridades nativas, Abel Cruz justificó que su “autosecuestro” fue motivado por problemas familiares y la enfermedad de su esposa, y confesó que orquestó una farsa que movilizó a la comunidad y a las autoridades. Su engaño desencadenó castigos tradicionales como el shalanqueo, que implica el desnudamiento y el recorrido alrededor de una planta de ortiga, y la aplicación de tangarana.
La decisión de expulsar a Cruz fue unánime, reflejando la gravedad de su acción y su impacto en la reputación de los pueblos originarios de la Selva Central.
Un dirigente nativo de Puerto Bermúdez lamentó el daño causado, expresando su preocupación por la imagen de las comunidades: “No sé qué vamos a hacer para limpiar la buena imagen que nuestras comunidades se han ganado con tanto esfuerzo”.
Como se recuerda, el pasado 2 de junio, Abel Cruz, líder yanesha de Alto Yurinaki, fue hallado en Huancayo luego de que sus familiares denunciaron su desaparición. Ante las inconsistencias de su presunto secuestro, la División de Investigación Criminal de Huancayo inició una investigación por el delito de denuncia calumniosa, tras fingir su secuestro y exigir 50 mil soles a su comunidad para su rescate.