Familiares del suboficial PNP, Carlos Ñahui Rojas, asesinado cerca a la sede del Frente Policial de Pichari, en los Valles del Río Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM), exigen justicia y esclarecimiento de su muerte, ocurrido la mañana del último domingo.
“Justicia queremos, justicia, yo quiero saber por qué mi hijo muere en la puerta de la Comisaría, cuál es el motivo de su muerte, que se aclare, yo quiero saber”, clama Marcelina Rojas Huerta, madre del también agente de inteligencia de la policía.
Luego de llegar a su vivienda, en el distrito de Pichari, a las 4 de la madrugada, el suboficial Carlos sale nuevamente a la sede policial a las 7:40 de la mañana sin saber, que en minutos, iba ser asesinado por cinco disparos a unos escasos nueve metros de llegar a su destino.
Su esposa Paulina Galindo recuerda que a los 5 minutos que Carlos salió de su casa le avisan de su muerte. “Todo fue tan rápido, salí corriendo al lugar de los disparos, pero ya no estaba y me mandaron directo al hospital de Pichari, pero había llegado sin signos vitales, Después de la autopsia nos embarcaron para Jauja, llegamos a las 4 de la tarde del domingo, luego nos trajeron hasta aquí (casa de los padres del suboficial) y nos dejaron”, relata la mujer con quien vivía desde el 2020 en Pichari.
Todo el lunes (ayer) se dedicó a realizar los trámites para darle cristina sepultura al cuerpo de su esposo que es velado en el cerro Fortaleza del distrito de Chilca, en Huancayo. “Me indigna que me digan que los 5 años que ha trabajado no va cubrir los gastos del cementerio, solo van cubrir 2 mil soles, los demás tenemos que gastar nosotros”, dijo muy apenada Paulina tras comentar que ni el día de su cumpleaños (15 de agosto) le dieron permiso para su descanso.
Hasta la humilde vivienda de los padres del suboficial Carlos llegaron sus tíos, primos, vecinos y amigos de la familia Ñahui Rojas con quienes reunieron dinero para sepultarlo esta tarde (martes) en el cementerio Esperanza Eterna de Huancayo.
“Como a una persona que trabaja en campo, a veces sin comer, no apoya el Estado. Todos los gastos estamos cubriendo nosotros. Los familiares que han llegado nos han apoyado para dar una cuota inicial para el sepelio”, señaló el padre de la víctima, Esteban Ñahui Enriquez y agrega: “Cómo no había vigilancia en la puerta de la sede policial, cómo han dejado solo a mi hijo”.
Justicia para Carlos.