Luego que el alcalde de Chilca, Carlos de la Cruz Sullca, solicitó mediante carta una auditoría integral a su gestión, a su llegada a Huancayo, el contralor general de la República, Nelson Shack Yalta, aseguró que la Contraloría no hace auditorías a pedido, sino que ejecuta acciones de control en virtud a denuncias con sustento.
Desde ayer, el contralor general encabeza en Junín un megaoperativo de control que quiso ser aprovechado políticamente por el alcalde chilquense al pedir “formalmente” una revisión integral de su gestión que permita “evidenciar el estado financiero y administrativo de la Municipalidad Distrital de Chilca”.
Sin embargo, en conferencia de prensa, Shak explicó que todos pueden mandar una carta al Contralor, pero el Contralor ni siquiera ve las cartas, porque a la Contraloría entran como 60 mil documentos al año, que se derivan a las áreas correspondientes.
“Cualquiera puede pedir una auditoría a la Contraloría, eso no significa que la Contraloría lo va a hacer, la verdad es que la Contraloría no hace auditorías a pedido, eso no tiene ningún sentido, nosotros hacemos una intervención en función de las denuncias”, ratificó.
Explicó que en la actualidad ya no hay auditorías integrales que permitan mirar qué es lo que ha pasado con alguna gestión o que sirva de salvoconducto para decir que todo está bien.
“La auditoría no mira todo, si vamos a analizar todas las contrataciones de bienes y servicios del gobierno municipal de Chilca, no vemos las mil que podrían existir, sino una muestra, y sobre eso vamos a concluir, y el hecho de que en esos 8 o 10 casos no hay nada, no significa que en otros 900 casos no haya nada, por esa razón la Contraloría no hace esas auditorías”, dijo.
Shack concluyó que el pedido del alcalde de Chilca es parte de las estrategias de comunicación para poder mostrar que está haciendo buena gestión, pero “la población sabe cuándo la Contraloría interviene y cuándo no”.