Frank Deygory Porta Meza (*)
Es una de las grandes representantes folclóricas del valle del Canipaco: Nelly Porta Chambergo, Florcita del Canipaco. De voz gruesa cuando se dirige a su público o al conversar, pero de suave voz cuando entona sus melodías más sentimentales, empezó recién a los 26 años, pese a que desde niña le gustaba componer y cantar en silencio. Lo que pasa es que a ella no le gustaba cantar en público y menos pensaba en convertirse en un cantante con muchos seguidores, aunque sí era admiradora de intérpretes como Chinita Pucarina, Huerfanita de Huasicancha, Soledad del Mantaro o Campesina de Viques.
Nelly nació 2 de diciembre de 1964 en el barrio Pititayo del centro poblado de Santa Rosa de Huacramasana, y su inicio involucra a la “Asociación Cultural Huaytay Huaylarsh de Santa Rosa Pititayo Chicche Canipaco”, un conjunto de huaylarsh representativo de este pueblo. En el año 2000, el elenco huaylasero no tenía una cantante que la acompañe en los concursos de la temporada, es ahí donde sus familiares prácticamente la obligaron a cantar ante público. Lo demás, fue sencillo, y sigue hasta hoy, pero ya con canciones propias como “Unay Carnaval”, “Jatun Jatun Huaytay”, “Canipaco Huayta”, “Tarde tu arrepiento”.
Huaytay en quechua significa flor. De ahí la significancia de su nombre artístico, creada por los propios músicos, aunque algunos familiares sugerían que se llame Campesinita del Canipaco. Por su voz, también ese mismo año, la productora “Primicia” le ofreció producir sus temas de forma gratuita. Con músicos folclóricos y personas mayores que también le brindaron letras para sus canciones, publicó un disco de huaylarsh antiguo y santiagos (herranza).
Su voz rápidamente cautivó distintos pueblos del Canipaco. El distrito de Chicche y anexos ya se sentían representados por ella en menos de 3 años. Temas como “Aún de muerta sufre mi madre”, “Destino final”, “Baila santiaguera”, “Llévame madre”, “Paloma mensajera”, “No comprendo tu indiferencia”, son canciones al estilo herranza, temas de antaño que su público recuerda de memoria y canta con melancolía o algarabía. “Tristes recuerdos” o “Retorno a mi pueblo”, son algunos temas en quechua que adultos y jóvenes cantan con emoción.
Los triunfos de Nelly también produjeron envidias, como la de una tía cercana que se ufanaba de ser su maestra, pero ella lo supo manejar bien y siguió adelante. Pero tuvo que detenerse un poco en el 2005 para viajar a Argentina e Italia para trabajar junto a sus hermanos, hasta que llegó la pandemia en el 2020 y tras 15 años, se quedó en el país por la cuarentena. Aunque no cantaba, siempre componía canciones. Pero cuando sus seguidoras se enteraron de su llegada, le pidieron que cante para sus familiares, así que creó su página de Facebook y volvió a los escenarios vía virtual. En ese espacio, presentó a modo de primicias las letras que compuso, que rápidamente se convirtió en un boom. Temas como “Mamitis”, que es uno de los más conocidos huaylarsh antiguo, hasta ahora son cantados, para asombro de ella, en poblados como Huancavelica, zona de Alto Cunas y Lima.
¿Qué piensa ella de las artistas de hoy en día y qué la diferencia del resto? “Todas somos únicas, pero yo como pocas, inicié y soy cantante nativa. Veo que el resto son más comerciales. También veo que la mayoría de artistas hoy se centra en el huaylarsh moderno y santiago valle, en mi caso me contratan para cantar huaylarsh antiguo y santiago de la zona del Canipaco (Herranza)”, dice.
Hoy, a ella le gusta desenvolverse en el escenario y que la gente goce con todos sus temas, pero más disfruta interpretar los que son en quechua porque tiene “más gusto” y siente que llega más a los sentimientos de su público. “Las artistas de antes se mantienen hasta hoy, pero las últimas ya están cambiando y a su modo lo cantan. En la vestimenta algunas mantienen el estilo de antes, pero ahora veo a muchas que se ponen el fustán más arriba de la rodilla, el busto expuesto y antes no veíamos a las grandes artistas esa manera de vestir”, reflexiona.
Esta formación la debe a sus tíos, como Mario Lozano, quien le brindaba letras. Además, a su padre y tíos que la incentivaron a cantar, y a sus hermanos que fueron bailarines con ella en el conjunto Huaytay Huaylarsh. Toda semilla que no se riega demora en florecer y en el caso de Nelly, floreció en su mejor momento y ahora tiene un público que la aclama. Por eso, su aporte cultural recibió un reconocimiento de las municipalidades de Chicche y Chongos Bajo en el 2022 y 2023, por su aporte como cantante nativa representativa de todo el Canipaco.
“Me gustaría interpretar el tipaky, pero algo muy distinto sería el huayno con arpa, porque desde muy pequeña yo gozaba escuchando a Flor Pileña y Jackelin Puente”, anuncia Nelly. Como nadie, ella venció el miedo al público, y ahora solo pide que su voz se mantenga con el tiempo para seguir cantando y disfrutando, ya que, gracias a esa voz, pudo convertirse en empresaria, tiene una distribuidora y se proyecta a tener una productora. “Yo seguiré cantando hasta que el público me diga que ya no doy, hasta que la garganta me funcione, quiero que me recuerden por mis canciones, que, aunque yo ya no cante, sí lo sigan haciendo ellas”.
(*) Producto del curso de Periodismo Interpretativo de Estudiantes del IV Semestre de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Nacional del Centro del Perú.